
El nuevo proyecto de ley prevé prohibiciones sobre el pago de intereses, la posesión de grandes cantidades y la posibilidad de programación. Además, la CBDC debe poder operar sin conexión desde el primer día de emisión, y el nivel de confidencialidad del euro digital debe ser comparable al de retirar fondos de un cajero automático. Sin embargo, ni el Banco Central Europeo (BCE) ni los proveedores de servicios de pago tendrán acceso a los datos personales al realizar transacciones.
Se requerirá que las tiendas acepten CBDC para el pago y no cobren intereses adicionales por este servicio, a menos que sean empresas muy pequeñas o tengan una buena razón para negarse, como un corte de energía.
Se propondrán una serie de medidas para evitar que el activo se utilice como alternativa a un depósito bancario. Para particulares, se puede introducir un límite de almacenamiento de hasta 3.000 euros (unos 3.250 dólares) para garantizar que se utilicen principalmente para los pagos del día a día.
Se espera que el proyecto de ley sea presentado a la Comisión Europea el 28 de junio.