Los diamantes son una fuente tradicional de riqueza y símbolo de estatus. Históricamente, los diamantes han tenido demanda como joyas para la realeza y la nobleza. El prestigio de sus portadores influyó en su valor y creó una demanda estable de piedras preciosas.
Hoy atraen la atención no solo de coleccionistas y joyeros, sino también de especialistas financieros.
Estamos siendo testigos de un aumento significativo en el interés por los diamantes como activo de inversión, lo que brinda nuevas oportunidades para diversificar su cartera y aumentar los ingresos.
Los diamantes son un recurso escaso. Su producción es limitada y las piedras de calidad natural son cada vez más difíciles de encontrar. Esto crea una oferta limitada, que a su vez afecta el precio y aumenta el potencial de apreciación del valor.
Y con la creciente demanda de diamantes de economías emergentes como China e India, se espera que los precios de los diamantes continúen aumentando a largo plazo.