La decisión de vincular la nueva moneda BRICS al oro fue impulsada por una variedad de factores, incluidos objetivos económicos, consideraciones de estabilidad y consenso entre los países participantes.
Su éxito dependerá del reconocimiento y la competitividad en el sistema financiero global. Requerirá generar confianza y persuadir a otros países para que acepten y usen la moneda para transacciones internacionales. La capacidad de competir con las monedas de reserva establecidas y los sistemas financieros como el dólar estadounidense y el euro será fundamental.
¿Qué tiene de interesante vincular una moneda al oro?
Primero, puede garantizar la estabilidad y confiabilidad de los nuevos medios de pago. El respaldo en oro aumentará la confianza de los inversores y reducirá el riesgo de inflación o depreciación de la moneda.
En segundo lugar, la paridad con el oro evita la dependencia de una sola moneda de reserva como el dólar estadounidense. Al reducir la dependencia de una moneda en particular, los países BRICS pueden reducir potencialmente los riesgos asociados con las fluctuaciones económicas y geopolíticas.
También brinda cierta protección contra las fluctuaciones del tipo de cambio, lo que puede ser especialmente útil para países con monedas nacionales inestables o países expuestos a la incertidumbre económica mundial.
Una «versión mejorada» de dicho medio de pago es sin duda una criptomoneda respaldada por oro, que le permite disfrutar de todos los beneficios de la cadena de bloques.
El token GDIT emitido por IWI GS es uno de los ejemplos más exitosos de dichos activos.