Durante su discurso en la Conferencia WebX en Tokio, el primer ministro japonés, Fumio Kishida, expresó su entusiasmo por el potencial de Web3 para cambiar la estructura tradicional de Internet y las políticas para abordar problemas sociales mediante la promoción del crecimiento y la innovación.
También destacó la ventaja de Japón en nuevas tecnologías debido a la regulación proactiva del mercado de criptomonedas y, dada la naturaleza global de Web3, esto podría conducir a posibles asociaciones con países como EE. UU., Francia y Singapur.
Tales conferencias celebradas en Japón sirven como plataforma para que todas las principales corporaciones japonesas presenten proyectos importantes destinados a crear zonas económicas valiosas en el metaverso.