Los activos de alto riesgo son instrumentos de inversión que prometen rendimientos más altos pero están asociados con niveles de riesgo aumentados. Pueden incluir acciones de startups, criptomonedas, bienes raíces en países en desarrollo y otros activos alternativos. A diferencia de los activos tradicionales como bonos, fondos de índice y metales preciosos, los activos de alto riesgo pueden ser menos estables y más propensos a fluctuaciones de precios. Sin embargo, también ofrecen a los inversores la oportunidad de diversificar sus carteras y lograr altos rendimientos a largo plazo. Es importante recordar que invertir en activos de alto riesgo requiere un análisis cuidadoso y comprensión de sus propios objetivos financieros y tolerancia al riesgo.
Pero el mercado financiero también ofrece criptomonedas alternativas respaldadas por activos tradicionales físicos. Un ejemplo exitoso son los tokens GDIT y Gcut de la empresa IWI GS. Representan una clase innovadora de activos que combina las ventajas de las criptomonedas con la fiabilidad y estabilidad de las inversiones tradicionales y pueden proporcionar un nivel adicional de protección y confianza para los inversores.
Cuando una criptomoneda está respaldada por activos físicos como oro, plata, cobre, diamantes o bienes raíces, adquiere un estado intrínseco que la hace más resistente a la volatilidad del mercado. Esto significa que incluso con fluctuaciones significativas de precios, conserva su valor y proporciona a los inversores acceso a nuevas oportunidades de mercado, como transacciones rápidas y económicas y acceso global.
Todo esto los convierte en una herramienta de inversión atractiva para una amplia gama de inversores.